Por qué es importante darte permiso para crear basura
Perder el perfeccionismo para desarrollar rutinas creativas
Crear basura es estar dispuesto a simplemente hacer, sin importar lo que tú juzgues sobre tu trabajo. Esto es uno de esos conceptos fáciles de comprender, pero difíciles de asimilar, y peor aún, de implementar.
Y quizá resulta contraintuitivo terminar de crear algo (o peor aún, ¡compartirlo!) si no es la mejor calidad posible, pero ¿cómo sabes si es la mejor calidad posible? ¿Cómo podrías mejorar esa calidad sin dedicarte a poner en práctica el acto de crear?
Sin rutinas de práctica es imposible crecer al crear. Chuck Close, pintor estadounidense, dijo:
"La inspiración es para aficionados. El resto de nosotros simplemente nos presentamos a trabajar."
James Clear habla de lo crítico que resulta tener una rutina para crear. En su artículo sobre "El mito de la inspiración creativa", resalta que, sin darte permiso para crear basura, esa rutina corre el mismo riesgo que esperar a la inspiración para ir al gimnasio. "La única forma de ser lo suficientemente consistente para crear una obra maestra es dándote permiso para crear basura en el proceso", agrega.
Cuestionar nuestras creaciones viene de las expectativas que nos ponemos en los hombros, el dudar sobre lo que pensarán los demás... o lo que pensaremos nosotros mismos de haber publicado basura.
Creo que para empezar a poner en práctica eso que deseamos hacer, debemos cuestionar la inacción más que el perfeccionismo. Podemos mantener nuestro foco en lograr una visión y en respetar nuestro proceso. Porque de eso se trata el crear basura: es parte del proceso, no una prueba final de nuestro valor.
Escribo estas líneas de la forma más meta posible: he escrito pura basura con la prisa de cumplir mi promesa de #Crear30por30, y dejé ese contenido casi dispuesto a rendirme. Pero recordé que este es solo un día más de 30. Y, por hoy, he cumplido ya con mi propuesta.
Puede no ser perfecto, pero ningún proceso lo es. Lo importante es a dónde queremos que nos lleve.
Este es el cuarto ensayo atómico de una serie de 30, inspirado en #Ship30for30. ¡Sigue la publicación de cada ensayo en mi Twitter!